domingo, 22 de noviembre de 2009

El Maltrato Infantil


El Maltrato Infantil puede ser de 2 tipos:


Físico: Usando la violencia física repetitiva con la finalidad de corregir al niño, cuando cometió una conducta negativa.

Emocional: Es la más sutil, pero no menos doloroso. Se manifiesta a través de insultos, apodos desagradables, indiferencia, ausencia, dejadez ante las necesidades urgentes del niño o problema que pueda estar atravesando y desamor.

Consecuencia del maltrato infantil en los niños:

Presentan Muy Pobre Autoestima: Se sienten incapaces de hacer cosas, manifiestan miedo o se tornan agresivos con las personas. Este problema tiene como consecuencia la no aceptación de su grupo social, por lo tanto el niño vive aislado por no saber comportarse dentro de un grupo.

Presentan Síndromes de Ansiedad, Angustia y Depresión: Llegan a desconfiar de los adultos, muestran problemas de atención, concentración y bajan su rendimiento escolar, desarrollan sentimientos de tristeza y desmotivación llegando a desarrollar depresión. Cuando llegan a la adolescencia o adultez desarrollan comportamientos antisociales o delincuenciales. Hay que hacernos la pregunta cuantas de esas personas que están en la cárcel vienen de hogares donde la violencia era el pan de cada día.

Presentan Desorden de Identidad: El niño desarrolla una mala imagen de sí mismo, pensando que él o ella son los culpables del descontrol de sus padres. Llega a creer que es una persona mala, inadecuada o peligrosa.Lo importante es tomar conciencia de esta situación, tal vez no lo sabías, pero ahora que te has dado cuenta y que puede estar pasando en tu hogar, puedes contribuir al cambio. No es tarea fácil. La terapia psicológica brinda un espacio y tiempo para ser escuchado y lo esencial es que está terapia te ayudará en el proceso de cambio para no seguir repitiendo patrones de crianza que solo dañan y enferman.

Ver importante video:
Funcionamiento de la hormona Cortisol y el Desarrollo Neuronal







Autora: Lic. Tania Scamarone López
C.Ps.P.: 10854
Directora Centro de Desarrollo Infantil “Descubrir"

domingo, 30 de agosto de 2009

Hijos Violentos y/o Agresivos - Aprendamos a poner los limites a tiempo

Aunque son pocos aun los casos reportados de hijos ya sean niños o adolescentes que agraden o maltratan a sus padres, es una problemática a la cual hay que prestar mucha atención. Preste atención a las señales que pueden mostrar sus hijos y sobre todo analice como es su proceder como padre o madre ante la violencia de sus hijos.



El perfil de estos niños(as) y/o adolescentes ha sido definido como inteligentes, rápidos y contestatarios, no aceptan el límite de su autonomía y estallan ante la menor frustración. Tienen padres dedicados y afectuosos, hiperatentos, les hablan como a iguales (no hay un registro de autoridad por parte del hijo), explican y justifican cualquier decisión que tomen sus hijos y consultan democráticamente la voluntad de sus hijos.



Se creen con derecho a exigir y lograr -como sea-, lo que se les antoja cuando lleguen a la edad adulta serán hombres y mujeres violentos, agresores de sus parejas y acosadores de sus compañeros de trabajo, fracasados sociales y en el peor de los casos delincuentes.



El elemento esencial a tomar en cuenta en los niños es la “ausencia de conciencia”. Son niños que genéticamente tienen mayor dificultad para percibir las emociones morales, para sentir empatía, compasión o responsabilidad, y como consecuencia tienen problemas para sentir culpa.



Los rasgos de personalidad de estos niños a tener en cuenta son: insensibilidad emocional, falta de conciencia, falta de empatía y ausencia de culpa. El sistema nervioso de estos chicos por alguna razón tiene problemas para aprender las lecciones morales, para sentir empatía, compasión o responsabilidad. Y, como consecuencia de esto, tienen problemas para sentir culpa, una reacción emocional que sólo puede existir sobre la base de que previamente me he vinculado con la gente.



Una vez hecha la diferenciación entre un niño y/o adolescente malcriado pero con conciencia de que lo que hace esta mal o bien para sus padres, de un hijo que sin menor reparo arremete y violenta a sus padres, se procede a ver como es la familia o entorno del niño.



En la estructura familiar tienen que existir límites entre la pareja de padres y los hijos. Los límites están constituidos por las reglas que definen quiénes participan y de qué forma. Su función es proteger la diferenciación entre padres e hijos. Estos límites tiene que ser claros y estar bien definidos, ya que lo normal es que el pequeño de la casa trate por de conseguir todo lo que le apetece y buscará constantemente llamar la atención, y es función de los padres el ponerle freno y control.



Mientras unos sostienen que es un problema de mala educación, de excesiva permisividad, tanto familiar como social, que hace que algunos niños consentidos y caprichosos se conviertan en poco tiempo en auténticos dictadores, otros afirman que la causa es doble, y que, aunque el ambiente es importante, hay que contar con una predisposición genética. Una incapacidad de estos niños (que no hay que confundir con los diagnosticados de déficit de atención e hiperactividad) para desarrollar emociones morales auténticas -empatía, amor, compasión-, lo que desemboca en una gran dificultad para mostrar culpa y arrepentimiento por las malas acciones.



Es por ello que los padres deben observar como es el comportamiento de sus pequeños hijos, estar atentos y consultar sobre lo que noto en mi hijo y esta fuera de un comportamiento promedio de un niño o adolescente de su edad, así mismo aprender a ponerles limites claros y no dejar que los problemas de comportamiento de sus hijos se les escapen de las manos y después sea más difícil de trabajar no solo para los padres sino para esos niños que no conocen la culpa ni el arrepentimiento.



Es mejor estar atentos y solucionar algún problema de comportamiento de nuestros hijos desde temprana edad, a esperar a que se convierta en un trastorno mucho mayor de consecuencias no solo negativas y nocivas para el niño sino para sus padres y para la sociedad en general.


Autora: Psic. Ailed Arbaiza
Terapeuta de Familia, Niños y Adolescentes
Centro de Desarrollo Infantil Descubrir" http://www.centrodescubrir.com/

miércoles, 1 de julio de 2009

Enseñando Responsabilidad a Nuestros Niños

Una de las tareas más importantes dentro de la formación de nuestros hijos es la de enseñarles a “Ser Responsables”. Este valor se debe inculcar desde que los niños son pequeños y no cuando empieza a tener problemas con ellos porque no ayudan en las tareas de la casa ni tampoco cumplen con sus obligaciones personales.

Para lograr que los niños comprendan y pongan en práctica el sentido de responsabilidad, se requiere de información, orientación, paciencia, constancia, confianza; permitiéndole que participe en la toma de decisiones, dándole oportunidad de asumir el resultado de sus acciones, comprendiendo sus fracasos, limitaciones y elogiando sus logros.

Todo esto, haciéndoles saber que cuenta con el afecto y apoyo incondicional de su padre y madre. Así también, no debemos olvidar un aspecto esencial: “Enseñarles con el ejemplo” ; ya que es más fácil que el niño aprenda este valor si sus padres los practican constantemente.

Enseñando Responsabilidad a Nuestros Niños
* Entendemos la responsabilidad como fundamento, valor, cualidad, destreza que aspiramos desarrollen nuestros niños.
* Así como otros valores, la responsabilidad, aunque afectada por influencias externas, se aprende principalmente en el hogar.
* Responsabilidad como “habilidad para responder” y se aprende en una atmósfera de cariño, firmeza, y dignidad, sin control excesivo o desorden.
* Es necesario que desde nuestro rol de padres recordemos de quién y cómo aprendimos responsabilidad.
* Las responsabilidades nos hacen sentir útiles, necesarios y apreciados, es por ello que debemos ofrecer oportunidades para poner en práctica la responsabilidad de nuestros niños.
* Nosotros como adultos (padres) debemos servir de ejemplo para cumplir con nuestras responsabilidades
* Enseñar a asumir responsabilidad sobre los problemas y las soluciones
* Enseñar a manejar el tiempo.
* Fomentar el cumplimiento de las tareas del hogar y de la escuela según sus capacidades.
* Cumplir con deberes, acuerdos, palabra y promesas.
* Disculparnos y corregirnos si al tomar decisiones cometemos errores.
* No mentir, dejar pasar, pagar o premiar las faltas de los niños.
* Dejar que los niños tomen decisiones y asuman responsabilidad por las consecuencias.
* Todo derecho trae responsabilidades.
* Si damos responsabilidades a nuestros niños, confiar que la cumplirán y si en caso no la cumplen, permitir que enfrenten las consecuencias.

¿Cómo y cuándo enseñar Responsabilidad?

Inculcar en los niños el valor de la responsabilidad es darles el mejor regalo de parte de sus padres y educadores. Esta virtud les dará la capacidad de cuidar de sí mismos y ser adultos responsables en su vida futura.
Pero muchos padres se preguntarán: ¿Qué edad debe tener un niño para empezar a educar su sentido de la responsabilidad? La respuesta es: lo más pronto posible. En cuanto un bebé empieza a gatear, a manipular objetos pequeños y a entender cosas sencillas del lenguaje hablado, se le debe enseñar a que recoja sus juguetes o a que no toque ciertos adornos de la casa.

A medida que el niño va creciendo y de acuerdo a sus capacidades, se le debe desarrollar la sensación de poder, para que se pueda apropiar de sí mismo. Esto le dará confianza suficiente para desarrollar las tareas que le son asignadas. En la medida que aumente su grado de capacitación y habilidades, serán necesarias nuevas responsabilidades.

¿Qué debemos hacer los padres ?

Para formar niños responsables es primordial que en el hogar se establezcan normas y reglas claras. De lo contrario les resultará difícil practicar la autodisciplina necesaria para controlar su propio comportamiento.
Si los niños no tienen claro qué esperan sus padres de ellos, o no saben cuáles son sus deberes, no podrán educarse en el valor de la responsabilidad. Padres y educadores deben no solo establecer normas de la manera adecuada según la edad de cada niño, sino explicar cuáles son las consecuencias por no cumplir las mismas.
Diversos autores aseguran que los niños a quienes no se les dan deberes en el hogar desde la primera infancia, carecerán de habilidad para organizarse, para fijarse objetivos y llevar a cabo tareas complejas a lo largo de su infancia y adolescencia.

Sin embargo es fundamental que los padres tengan en cuenta tres reglas al asignar responsabilidades a los hijos para que ellos interioricen este valor:

Ser coherente: Cuando una norma no se cumple, se debe dar un suave castigo. Si no hay coherencia, los chicos sienten ansiedad porque no son capaces de predecir lo que puede suceder.

No ser arbitrario: No ser arbitrario en el sentido de que no se haga algo que no se haya advertido al niño.

Recompensar al niño por ser responsable: Esta es una manera de estimular a los niños a comportarse adecuadamente. Ello no significa necesariamente regalos materiales, sino reconocimientos pequeños que reafirmarán en el niño la satisfacción de la labor cumplida. Además Hay cosas como el tiempo, la atención la preocupación, la simpatía y la buena voluntad que también son recompensa. Un cuento más a la hora de dormir, una ida a cine, un helado, un abrazo fuerte son manifestaciones que alientan al niño a decir: “¡vale la pena ser responsable!”.

Autora:
Lic. Paola Aranibar Covarrubias
C.Ps.P.: 10305
Psicóloga Terapias de Aprendizaje
Centro de Desarrollo Infantil “Descubrir

viernes, 1 de mayo de 2009

El Divorcio - Efectos negativos en los pequeños

El divorcio es una triste realidad que va aumentando cada día, en este mundo globalizado, sobre todo es más triste aún cuando hay niños nacidos en una relación. Pues los hijos se convierten por así decirlo en el centro de un campo de batalla y de una guerra de manipulaciones, con repercusiones en la salud mental y hasta física de los pequeños.

Efectos negativos en los niños:

Los efectos del divorcio en los hijos dependerán siempre de las características propias de cada niño y de la familia.

* Mientras más pequeño sea el niño los efectos serán más profundos y aflorarán en etapas posteriores.
* Los niños de 2 a 6 años de edad niegan la realidad. Suelen presentar problemas de conducta tales como: aislamiento, agresión, insomnio, problemas estomacales, vómitos, etc.
* Pérdida de placer o interés por comer, bañarse, jugar, estudiar o divertirse.
* El divorcio genera rabia, frustración, abandono y odio. La magnitud y duración de lo anterior dependerá mucho de la manera en cómo se maneje la situación y se aborden los problemas, ya sea encarándolos y utilizando estrategias propias.
* Muchos niños piensan que son los culpables de que sus padres quieran separarse. Suelen cargar esta culpa toda su vida si es que no se les ayuda adecuadamente.

Pedir el apoyo de un especialista es lo más recomendable, pues en este tipo de circunstancias hay mucho resentimiento entre los dos y como en la mayoría de los casos la comunicación se rompe, debe de haber una persona neutra, que apacigüe las cosas para llegar a trazar acuerdos amistosos que beneficien a ambos y a los niños.

Si bien evitar el daño emocional a los niños resulta una tarea casi imposible, los padres pueden disminuirlo si explican a sus hijos de forma correcta qué supone la separación y si les dejan muy en claro que ellos no tienen nada que ver con el divorcio y que no van a ser abandonados.

Los padres que se divorciarán deben decirles a sus hijos para no crear falsas expectativas de reconciliación y evitar la sensación de abandono.

La forma como los padres comuniquen la situación a sus hijos será determinante para que la adaptación sea lo menos dolorosa posible.

Es importante que sean los dos integrantes del matrimonio quienes digan conjuntamente a los niños que han decidido dejar de convivir. “Los niños tienen que tener en claro que sus padres van a seguir ejerciendo sus roles de siempre y que, por lo tanto, no van a perder a ninguno de los dos”.

OJO:Mentir y ocultar al niño, sobre la próxima marcha del padre o de la madre de la casa puede tener repercusiones muy negativas en el posterior comportamiento del menor, que puede llegar a sentirse culpable de lo ocurrido o albergar falsas esperanzas sobre una eventual reconciliación.
Autora: Psicóloga Tania Scamarone López
C.Ps.P.: 10854
Directora
Centro de Desarrollo Infantil "Descubrir”

http://www.centrodescubrir.com/


domingo, 8 de marzo de 2009

El Estrés, como afecta nuestra vida diaria

Hoy en día nadie está libre del estrés producto de las exigencias de la vida moderna y de este mundo globalizado. Todo ser humano desde que se levanta tiene que atender una serie de tareas y labores tanto familiares como laborales, llevándolo a tener un ritmo de vida acelerado, demandante y estresante.

Muchas veces estas exigencias y la forma como las sobrellevamos hacen que nuestro cuerpo físico y emocional se saturen y en la mayoría de casos empecemos a notar síntomas tales como cansancio, somnolencia, insomnio, ansiedad, falta de apetito y otros propios de la vida diaria y sedentaria en algunos casos.

Qué es el estrés exactamente y porque conlleva a tales síntomas?

El estrés es una respuesta natural del organismo a demandas y exigencias que el ser humano puede tener. Es una sensación de “estar alerta” a un requerimiento específico: del trabajo, de los estudios, de la familia y la sociedad en general. Justamente la idea que nos exigen demasiado y que no podamos cumplir con todas estas exigencias hace que experimentemos síntomas a nivel del cuerpo físico, con los antes mencionados. Es decir de lo psíquico (mente) lo llevamos a lo físico (cuerpo).

La mayoría de gente trata su estrés con más horas de sueño, con actividades que nos hagan olvidar estas exigencias o en último caso con algún medicamento. Pero estos pueden ser paliativos momentáneos, ya que el estrés puede incrementarse y volver cuando retomemos nuestras actividades.

Como tratar el Estrés de manera adecuada?

En nuestros años de experiencia con la enseñanza de la Yoga a alumnos de diversas actividades en sus vidas: estudiantes, amas de casa, empresarios, etc. les hemos enseñado que lo primero que debemos cambiar es la percepción errada de “estoy alerta y cansado” (propia de la mente estresada) por una percepción correcta de la realidad de “estoy sereno y relajado” (propia de alguien que no ve sus actividades como un motivo para estresarse).

Como se logra esto con la Yoga?

Con la Yoga le enseñamos al alumno a trabajar de manera adecuada a nivel psíquico, a educar su mente y pensamientos y que sean estos quienes decidan como sentirse a nivel emocional y físico. Es decir nunca más ser manejado por situaciones externas, más bien ser el artífice de su propia salud.

La Yoga es tan maravillosa que desde su primera sesión usted experimentará sus beneficios, tales como: mejor sueño, eliminar esa ansiedad, mejor manejo de sus energías a lo largo del día, mejor apetito, etc. Mucha gente se sorprende cuando los propios alumnos cuentan su experiencia y dicen sentirse sin ansiedad y estrés, con mejor ánimo para afrontar sus actividades y la vida diaria.

La Yoga también puede usarse como terapia ante algunas enfermedades, ya que el trabajo se centra en elongamientos, relajación y automasajes de las glándulas, las cuales son las que liberan las hormonas necesarias para el correcto funcionamiento del cuerpo humano y los sistemas en general, efecto que se prolonga a lo largo del día y es similar a un medicamento, salvo que este último dura solo horas y es costoso.

Desde hace un par de años hemos implementado los Programas de Yoga Kids y Yoga Prenatal, llevado los beneficios de la Yoga a niños en etapa escolar, para mejorar su atención, concentración, rendimiento escolar. También trabajamos con mujeres en etapa prenatal, para afianzar el lazo con su bebe y gozar de un parto más consciente y sobrellevar el embarazo sin cansancio, fatiga y emocionalmente fuertes ante esta nueva etapa.

Los invitamos a todos a gozar de los beneficios de esta ciencia milenaria al alcance de cualquiera que solo necesita desear iniciar este emocionante trabajo de autoconocimiento y mejoramiento físico y emocional, ya que la Yoga es un completo sistema de vida.
Namasthe!


Autor:

Ing. Angello Silva
Instructor Programa Yoga Adultos
Centro de Yoga Descubrir

jueves, 1 de enero de 2009

Bajo Nivel de Lenguaje = Bajo Nivel Intelectual


Como Psicóloga me he animado a escribir este artículo viendo con indignación el grave retraso en el lenguaje en nuestros niños peruanos.
El desarrollo del lenguaje en los primeros tres años de vida es importante para un desarrollo intelectual sostenido. Aquel niño que es estimulado desde el vientre materno y posteriormente después nacido sigue siendo estimulado de manera adecuada, siempre bajo la asesoría de un especialista. Empieza a asociar la palabra a la acción y va emitiendo sonidos en relación a los objetos que va viendo o conociendo. El niño que por ejemplo a los 10 meses empieza a decir “mamá” cuando ve a su madre o “papá” cuando ve a su padre, quiere decir que tiene un buen mecanismo de asociación, importante para el lenguaje comprensivo y expresivo.
Es alarmante ver que los niños peruanos que serán el futuro de nuestra nación, tienen pobre vocabulario, en calidad y cantidad, esto desde ya tiene una influencia negativa en su desarrollo intelectual posterior.
Un niño con un desarrollo normal del lenguaje a la edad de un año y medio debe tener 30 palabras habladas como mínimo, si es niña 40; a la edad de dos años debe de tener mínimo 300 palabras habladas y comprendidas y si es niña este número asciende a 350. A los dos años cambia un poco porque no son palabras sueltas sino, que el niño debe de armar oraciones simples. ¿Se imagina cuántas palabras deben desarrollar a los 5 años?.
¿Qué está pasando con nuestros niños?
Pues llegan muchas consultas de padres que me llaman y me dicen: “mi niño tiene dos años y tiene 10 palabras, ¿qué hago?” pero algunos otros padres me llaman y no saben si esto es bueno o malo. Bueno yo les diré que si tiene esa cantidad de palabras a esa edad el niño tiene un nivel de lenguaje de un niño propio de un 1 año, es decir tiene un retraso de lenguaje significativo; en ese caso hay que ganar el tiempo y pedir asesoría con un especialista.
Una de las causas del retraso del lenguaje es:
* La falta de estimulación adecuada, o estimularlo en casa siguiendo un manual o por instinto no siempre resulta siendo exitosa, porque ocasiona otros problemas que más adelante hablaremos. Para eso los especialistas estudiamos e investigamos como estimular correctamente a un niño. Como padres no pretendamos saberlo todo.
* La utilización de la Tv como medio de entretenimiento y pasatiempo. Ver más horas de las que se bebería sin una supervisión adulta, causa problemas en la vocalización.
* El personal (niñera) que se encarga de nuestro hijo(a) tiene pobre lenguaje o pronuncia de forma incorrecta las palabras del idioma.
* Cuando el niño señala le damos lo que desea, sin pronunciar ningún sonido, ni un acercamiento a la palabra que simbolice el objeto que desea, etc
¿Cuándo llevarlo a Terapia de Lenguaje?
Si es que tu niño no habla luego de cumplir los tres años, allí si se hace necesario acudir a una terapia de lenguaje. Antes de los tres años puedes llevarlo a sesiones de Estimulación Temprana en dónde se estimula el área de lenguaje. Lo importante es ganar tiempo y asesorarse con un profesional en el campo (psicólogo (a) y/o terapeuta de lenguaje).
Autora: Psicóloga Tania Scamarone López
C.Ps.P.: 10854
Directora
Centro de Desarrollo Infantil "Descubrir”