sábado, 1 de septiembre de 2007

Nuestro Niño Interior Herido

Nadie estudia para ser padre. Aprendemos en el camino como se dice, cometiendo errores muchas veces. Si Dios nos ha bendecido brindándonos la oportunidad de ser madre o padre, es para que extendamos el amor a ese ser. El amor no es engreimiento, llenar nuestra ausencia con juguetes o ropa, ni matricularlo en un montón de actividades para mantenerlo ocupado, sino brindarle nuestro cariño, compartir con él o ella a través de sus juegos y crecer a su lado.


Muchas cosas nos impiden acercarnos a ellos. Una de ellas son las heridas emocionales que llevamos en nuestro interior desde la infancia, la mayoría ocasionadas por nuestros propios padres, a través de su indiferencia, insultos, golpes físicos, etc. Todos estos factores hacen que en la vida adulta no podamos expresar el amor que sentimos por nuestra pareja, por nuestros hijos y familiares. Cómo dicen varias personas en consulta: “Quiero decirle tantas cosas, pero me cohíbo”, eso es porque llevamos toda esa carga emocional dentro de nosotros y si no se resuelve, seguiremos el mismo patrón de crianza que limitaron a nuestros padres y a nosotros. Muchas veces nuestros padres nos dañaron, porque ellos fueron maltratados a su vez por sus padres. No podemos brindar amor si no nos lo dieron, uno no puede dar lo que no conoce, pero no es tarde para aprender. Se puede sanar a ese niño interior herido y llegar a expresarse como nunca antes lo hicimos, a través de la terapia emocional lo podemos lograr.


Autora:

Lic. Tania Scamarone López

Psicóloga Infantil

C.Ps.P.: 10854

Directora

Centro de Desarrollo Infantil “Descubrir