Desde que nacen, nuestros hijos intentan relacionarse. Tratan de hacerse entender, primero con llantos, y más tarde con balbuceos, sonrisas, gestos… poco a poco irán desarrollando el mejor de los medios de comunicación: el habla. La evolución del lenguaje varía mucho de u nos niños otros, depende de sus propias capacidades y también de la estimulación que reciba de su entorno (del que nosotros somos parte fundamental). No se puede establecer una fecha como inicio del lenguaje. Pero suele considerarse dentro de la norma la aparición de la primera palabra entre los 9 meses y los 18 meses.
Es aquí donde producen sus primeras palabras y todos en la familia se vuelven locos con el primer “mamá”, “papá” o “tata”. Pero, después, durante el desarrollo de ese lenguaje oral muchas cosas pueden suceder, como por ejemplo, que tengan problemas para identificar y pronunciar palabras, es decir, que no hablen bien de acuerdo a su edad.
Un niño empieza a decir bien dichas palabras hasta el año, se supone que un niño desde que está en el vientre de la madre ya tiene comunicación con ella; posteriormente cuando ha nacido inicia su etapa de aprendizaje con los sonidos y expresiones que tiene a su alrededor.
Esto no implica que si un niño de tres años de edad no dice alguna frase completa eso esté mal, pero sí se debe de poner atención y consultar con un especialista; ya que es muy importante que los padres sepan y comprendan que no es lo mismo un retraso en el desarrollo del lenguaje a que el niño articule mal los fonemas.
Lo que los padres pueden hacer para prevenir los problemas en el leguaje de sus hijos es intentar que comprendan y hablen más. Esto hay que hacerlo de forma espontánea y sencilla y para ello lo mejor es, primero, a provechar las experiencias de la vida cotidiana para ayudarle a comprender más cosas y, segundo, tomar siempre una actitud positiva, valorando las cosas que el niño hace o dice , fomentando su curiosidad y su interés por aprender. Cuando se equivoque se le corregirá pero sin centrar la atención en sus errores, si no al contrario, haciéndole ver sus progresos y dándole el modo correcto.
Centro de Desarrollo Infantil "Descubrir"
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